A pesar del desgaste físico por el que estoy pasando, me siento de maravilla, y me hace recordar como fue que llegue a donde estoy ahora. ¡Y que tiempos aquellos! Definitivamente no me puedo quejar de algo que yo misma estuve buscando, y aunque parece masoquismo es inevitable, prefiero soportar cualquier malestar por seguir en donde estoy, esto no quiere decir que este exponiendo mi salud, porque lo que siento es consecuencia de la falta de sueño, del stress, y posiblemente de la falta de unas buenas y merecidas vacaciones que ya pronto me las tomaré.
En ocasiones, cuando me traslado a mi casa después de un día de trabajo, recuerdo esos días en que me levantaba a las 5.30 a.m. para estar en la parada del camión a las 6.15 a.m. y llegar puntualísima a mis clases de inglés que comenzaban a las 7.20 a.m. Siempre tenía que tomarme una hora de traslado, es mas no recuerdo algún lugar que no necesitara una hora para trasladarme y después cuando compré carro se redujo el tiempo un 50%.
Fueron dos años con la misma rutina, de hecho aun conservo muchas amistades que hice en esa escuela, tuve compañeros de todas las edades, de diferentes profesiones, etc. Sobre todo recuerdo a mi ahora amiguísimo Antonio, él y yo no podemos dejar ni un solo día desde entonces sin mandarnos un mail, es increíble pero nunca se nos terminan los temas de que platicar, pero esa es otra historia, de hecho es la 3ª parte.
Después de mis clases de inglés que duraban una hora y media, me trasladaba a mi trabajo de ese entonces, de hecho fué mi primer trabajo como profesionista, y el que mejores recuerdos me trae, hubiera querido seguir ahí siempre, pero no era lo mas conveniente.
Esto del trabajo me hace recordar las mañanas y tardes caminando por la ciudad repartiendo mi curriculo y yendo a entrevistas, si que fué agotador, pero valió la pena.
Al trabajo entraba a las 9 a.m. y tenía una hora y media para comer, así que deprisa me iba caminando hasta la casa de mi abuelita que vive muy cerca de ahí, en carro son 5 min. y caminando son 20 mins., así que solo me quedaban 50 mins. para comer y platicar con mi abue, ahí también fueron dos años en los que pude convivir mas con ella y escuchar anécdotas que jamás olvidaré. La hora de salida era a las 6.30 p.m., pero yo pedía permiso de salir a las 6 para poder llegar a las 7 a la clase de maestría, ahí si que no podía ser puntual, pero me esmeraba para que no afectara en mis calificaciones, hasta pude obtener una beca para ir a estudiar al extranjero y cursar algunas materias que me revalidaron y así terminar mas pronto mis estudios.
Recuerdos increíbles me quedaron de ese verano y otoño en Canadá, pero eso lo contaré en la 2ª parte de esta historia.
Cuándo ingrese a la maestría, se podría decir que era muy peke aun para andar en eso, tenía 22 años, y aunque hubo quienes me decían que esperara a tener mas experiencia profesional no lo hice, ¿porque hacerlo? si yo en ese momento me sentía muy segura de lograrlo y lo hice. En ningún momento recuerdo haber tenido problemas para entender alguna de las clases, y mucho menos tuve dificultad para convivir con mis compañeros que la mayoría me llevaban mínimo 5 años de edad y de experiencia.
Las clases de la maestría se terminaban a las 9.30 p.m. y llegaba a mi casa hasta las 10.30, por supuesto agotada, aun no sé de donde sacaba las pilas para ponerme a hacer tarea!
Después cambie de trabajo y todo se complicó, porque mi jefe era muy exigente y era una odisea cuando me tenia que ir a clases porque siempre por algún motivo hacía que me quedara mas tiempo. En ese mismo tiempo comencé a hacer proyectos de forma independiente, pero sin dejar de trabajar para la empresa, y hasta la fecha lo sigo haciendo. Dos años después cambié nuevamente de trabajo, a una empresa del mismo giro, pero donde tendría un mejor sueldo y disponibilidad de horario.
Fue en ese momento y ahora lo sé, cuando las cosas se comenzaron a complicar, y hablo con respecto a mis emociones, porque después de haber llevado una vida tan acelerada el ritmo disminuyó, y eso me provocó entrar en depresión como por un año. Recuerdo que a pesar de todo nunca me deje vencer, así mi animo estuviera por los suelos, siempre trataba de ocultarlo y de realizar todas mis actividades como siempre, trataba de no dejar pasar el tiempo así como así, casi nadie sabía lo que en mi estaba pasando y quienes lo sabían no lo entendían, inclusive mi pareja en ese momento me dejó sola, pero sin perder su compañía, ósea estaba pero no ayudaba en mucho.
Hoy todo ha cambiado. Hace dos meses y medio que tengo nuevo trabajo, tengo nuevos proyectos de forma independiente, y mi estado anímico es completamente otro. Soy más feliz de lo que antes era ¡estoy en un momento importante en mi carrera!
Todo comenzó hace 5 años, para muchos, podría ser poco tiempo, pero para mí fue tiempo suficiente y de mucho esfuerzo, y cada momento por el que pase esta en mi mente como si hubiera sido ayer y me llena de nostalgia, porque fueron momentos difíciles, y divertidos porque no!
Disfruto mucho de mi trabajo y del tiempo libre. Entendí que la vida es corta y que más vale no perder tiempo, porque la vida se va...
A nadie se lo he dicho, pero cuando me dicen: "Arquitecta, ¿a que altura va este muro?" o ¿de que color lo quiere?... etc., me hacen sentir importante, jajaja! :D