Son casi las diez de la noche, y por fin llego a casa, es sábado, y tuve una semana que se puede describir como sobresaliente o extraordinaria en muchos aspectos.
Estoy agotada fisicamente, tengo sueño, imagenes y pensamientos meditabundos llegan a mi mente. Hago un analisis, y el resultado se resume en lo voluble y vulnerable que soy.
Me atrevo a reconocer algo de lo cual no debería sentirme orgullosa, por supuesto que no, es solo que lo menciono porque creo que necesito hacer algo para dejar de actuar de esta manera.
La semana estuvo cargada de mucho trabajo, de noticias inesperadas, de decisiones no muy acertadas, de actitudes inadecuadas, y al final de mucha diversión, ¡si, vaya combinación! ¿Quien se divierte con una carga de estres y situaciones de este tipo? Definitivamente yo lo hago, quiza no sea muy normal, pero ¿que es normal, y para quien?
Después de todos estos acontecimientos de la semana, lo mas común hubiera sido que al menos disminuyera o decayera mi estado de ánimo, sin embargo se incremento y considerablemente, bien dicen que lo que no mata fortalece.
¡¡¡Y hoy me siento mas fuerte que nunca!!!
La semana pasada escuche una canción que me gusto mucho porque dice bastante de lo que vivo y siento en este momento.
Maná
Tengo muchas alas
Yo voy a desplegar mis alas, aunque peligre aunque yo me caiga, voy a alcanzar las nubes y besarlas.
Y aunque te ame yo ya me voy, y aunque te extrañe, hoy no estoy, pidiéndote clemencia.
Nunca me quisiste como soy, siempre rechazando lo que soy, no soy lo que has querido. Nunca lo quisiste aceptar todo mundo tiene un pasado amor, el pasado ya paso.
Pero hoy el sol me esta sonriendo, será que tengo muchos cielos ya por volar, será que el viento nos reparte a todos alas. El viento me hará volar, tengo muchas alas pa llegar al cielo, el viento me hará volar, tengo muchas alas pa llegar al sol.
Nada me puede derribar, hoy mi corazón se eleva, voy a volar.
