La vida no va a parar...

Unos meses antes de cumplir los 16 años vi en la casa de mi mejor amiga Elda el acuario de 10 gal que había adquirido recientemente su hermano mayor, sentí una emoción muy grande al ver que en un espacio tan pequeñito había tanta vida, era un acuario muy equipado, con una gran variedad de peces tropicales.

Llegue a mi casa con la novedad de lo que había visto y muy emocionada recuerdo que le dije a mi papá que me gustaría que algo así fuera mi regalo de cumpleaños.

Al llegar el día de mi cumpleaños recibí mi regalo, un acuario de 10 gal totalmente equipado, listo para que lo instalara yo misma. Pase toda la mañana preparando el espacio para más tarde ir con mi papá a comprar los peces que darían vida a mi primer acuario.

Compre una gran cantidad y variedad de peces, los primeros por falta de conocimiento en el cuidado que requieren no sobrevivieron, pero poco a poco fui aprendiendo gracias al hermano de mi amiga y a libros que compre sobre cuidado de peces, y sobre todo a la experiencia que fui tomando.

Al principio le ponía nombre a cada pez, y pasaba horas y horas observando el más mínimo movimiento que hacían, sabía cuando estaban contentos, cuando se estresaban o cuando estaban a punto de enfermar, y cuando enfermaban sabía como curarlos, aunque en ocasiones la enfermedad avanzaba demasiado rápido y no podía hacer nada mas que esperar la hora del deceso, y me ponía muy triste y ponía una crucita en el diario de peces, que era una libretita donde tenía el inventario y la descripción mas completa de cada uno de los peces que iba adquiriendo.

Cinco años después al recibir el primer sueldo de mi primer trabajo compre un acuario un poco mas grande, uno de 30 gals, lo considere una buena inversión, porque me ayudaba mucho ha relajar y distraer mi mente y ha sentir paz interna aunque solo fuera por unos cuantos minutos al día, lo necesitaba por la vida tan acelerada que siempre me ha gustado llevar.

Han pasado 10 años desde que me inicie en este hobby, lo que llaman acuariofilia, y uno de mis sueños es tener una acuario de al menos 100 gal empotrado en un muro que divida la sala del comedor de mi casa, asi como un pequeño espejo de agua con una cascada en el recibidor con variedades de carpa koi.

Son pequeños detalles que han llenado mi vida de momentos felices, no sé porque a veces me aferro a sentir soledad donde no la hay, porque me aferro a alguien que me da todo a medias y no a alguien que me dé un TODO, alguien que me haga sonreir, que me escuche, que me ayude, que me apoye, que sea mi guía, y que todo esto sea reciproco, y no pierdo la esperanza de encontrarlo.

Por ahora, quiero ser feliz sacando lo mejor de todo lo que hay a mi alrededor y no esperar a tenerlo todo, sino solo disfrutar de lo que ahora tengo, no pierdo la esperanza de que en su momento el amor llegará, por lo pronto a vivir y a disfrutar la vida!!!